Lince en caza

El lince Ibérico se prepara para la caza principalmente en los momentos crepusculares del día, en amaneceres y atardeceres.

Tiene una técnica muy depurada, en la que ha llegado a ser llamado como “el fantasma del bosque”. Debido a sus aptitudes físicas y fisiológicas que les hace pasar desapercibido para sus presas.     

Debido a su excelente vista nocturna y su espectacular oído es capaz de detectar una presa hasta a 300 metros de distancia.

¿Qué caza El lince Ibérico?

La gran aptitud del lince es la paciencia, recorre su territorio que puede estar entre unas 600 – 1000 hectáreas, en busca de su presa.

Una vez que detecta la presa, preferiblemente conejo, el lince se camufla entre la vegetación, se agazapa mientras se aproxima con máximo sigilo a la presa, la observa cuidadosamente hasta que ve el momento de saltar sobre ella y cogerla de sorpresa.

El lince no es un gran corredor debido a que tiene poca resistencia cardiaca, lo que a lo largo de la evolución le ha hecho tener unas patas traseras muy fuertes con las que de un salto llega hasta 3 metros de distancia e incluso más. Sin embargo, en distancias cortas es muy rápido, y tiene una gran capacidad de anticiparse al movimiento que va a realizar la presa para escapar.

Si consigue atrapar a su presa, logra inmovilizarla gracias a sus garras retráctiles. En el caso de pequeñas presas como el conejo, le ataca en la nuca rompiendo la columna vertebral del animal. Una vez muerta la arrastra debajo de un arbusto para comérsela con tranquilidad.

Imagen de un lince ibérico comiendo el cadáver de un cérvido en Doñana.

 

Si fuera un presa más grande, por ejemplo: gabato (cría de ciervo) le ataca por el costado. Una vez atrapada, le aprieta con la zarpa en la yugular hasta logar su asfixia con sus dientes. Una vez muerta esta presa de gran tamaño puede ser aprovechada por el lince durante varios días e incluso se ha visto ejemplares que comparten las grandes presas con individuos vecinos, ya que el lince durante el día necesita sólo unos 3 kilos de alimento al día.

También cabe la posibilidad que el ataque sea fallido, en ese caso el lince deberá alejarse del lugar donde lo ha intentado ya que todas las presas potenciales que pueda estar a su alrededor están muy pendientes de él y por tanto las posibilidades de atrapar algo es es casi nula.

 

  • Artículo editado por Elena Boa Martín.