El ave arco iris.

 

Abejaruco (Merops apiaster)

Las llamamos así debido a la combinación de colores tan hermosa que tienen cuando lo ves sobrevolar en los avistamientos.

Estas aves en Doñana son aves estivales, lo que significa que vienen a visitarnos en este tiempo para pasar con nosotros el verano, ya que en el continente africano esta época del año es demasiada calurosa para ellos.

Cuando llegan en el mes de Abril van en busca de lugares cortados,  taludes o paredes verticales de consistencia arenosa donde comienzan a excavar con su pico galerías que pueden llegar hasta los 2 m de profundidad terminando en una cámara vacía. A la vez que van picando van extrayendo la arena con sus patas.

Debido a estas excavaciones, la punta de sus picos se ven desgastadas, pero con el tiempo se regeneran de nuevo.

Una vez todo listo, en el mes de Mayo comienza la puesta de huevos. La hembra pondrá una media de 6 huevos, los cuales serán cuidados por ambos progenitores. No será hasta Junio cuando nazcan los pequeños.

Una cosa curiosa de estas aves, es que alimentan a los pollos según nacimiento. Esta forma de cebar es muy común en las rapaces.

Su dieta se basa en insectos que atrapan al vuelo, principalmente abejas, avispas, moscardones y libélulas.

La población de estas aves se ha visto mermada en los últimos años debido a la acción humana.

Uno de los motivos es que a menudo entra en conflicto con los apicultores, ya que acude con frecuencia a las colmenas para alimentarse de las abejas, de ahí comúnmente conocido como “Abejaruco”.

Aunque el mayor problema que está haciendo que desaparezcan las mayores colonias de abejarucos, es la destrucción de hábitat debido a expansión urbanística.

Para ayudar a estas poblaciones se están creando taludes artificiales para que puedan hacer sus huecos en ellos y de esa forma el cielo vuelva estar lleno de revoloteos de colores.